Espectacular y demoledora exhibición de calidad.
Con todo lo que ha pasado por ahí dentro y el interior se encuentra en buen estado.
Parece que ha frenado el problema de la visera.
En el mío no ha pasado tanta gente, pero lo cierto es que, salvo detalles como la visera, el volante desgastado y el asiento del conductor aplastado, nadie diría que han pasado tantos años y kilómetros.
Mi terciopelo, puertas y asientos, se encuentra en un estado sorprendentemente bueno.