Interesante aportación.
En mi coche nunca se han tocado los inyectores para nada.
Cuando se van atascando empiezan a gotear, provocando un aumento de consumo y emisiones.
No obstante, soy partidario de no tocarlos ni manipularlos para nada si el motor funciona redondo.
Una o dos veces al año, viajecito con gasolina de 98 octanos y wynn's y el motor adquiere tal suavidad de funcionamiento, que impresiona. No encuentro diferencia con un coche nuevo.