El coche está bien y no hay que extrañarse por el papelito.
Muchos de los 21s que he visto en desguaces tenían buen aspecto. Es evidente que la gente se ha deshecho de la mayoría en buenas condiciones de uso.
Lo único bueno de la crisis es que la situación obliga a mantener en funcionamiento los coches que todavía pueden dar un buen servicio. Yo también añadiría que se aplaza el despilfarro de materias primas y energía para producir un coche nuevo.
Así que, dada la reactivación de la demanda de piezas de los desguaces, solicitan "mercancía" que vender.