Un Vallisoletano en la Formula 1
Hace unos meses era un sueño tan lejano que nadie pensaba en él. Un mes atrás, cuando Spyker hizo oficial que iba a ser probador, pasó de quimera a ilusión, y ayer fue, de golpe y porrazo, en el momento menos esperado, una realidad. El multimillonario indio Vijay Mallya, que hace unos días formalizó la compra del 50% de la escudería Spyker de Fórmula 1, a partir de ahora Force India, anunciaba en Interlagos que Roldán Rodríguez podría ser el piloto que acompañe a Adrian Sutil en 2008.
A pesar de todo, a pesar del anuncio, y a pesar de quién lo había hecho, el piloto vallisoletano mantenía oficialmente a través del teléfono que él no sabía nada y que por el momento no había formalizado nada.
Pero la realidad es que ya se ve subido en un Spyker en Australia la próxima temporada. Su forma de rodar y sus aportaciones técnicas han convencido a los responsables de la escudería holandesa. Él dice, insiste, en que nadie le ha pedido patrocinador ni nada parecido, pero sus hombres de confianza continúan buscando financiación para garantizar aún más el asiento.
En cualquier caso, Roldán Rodríguez afirmaba a la agencia Efe que estaba «nervioso de alegría. No me lo creo. Tengo los nervios lógicos, pero deseando coger el coche, que lleguen los entrenamientos y mostrar lo que sé hacer. La verdad es que tras enterarme me he quedado encantado», dijo.
El piloto vallisoletano, de 22 años, considera que éste «es el momento ideal». «Ahora sé que es el momento. Estoy preparado física y mentalmente, sobre todo mentalmente. He aprendido mucho en la GP2, sobre todo de los errores. Y sé que lo voy a hacer bien».
El único requisito que le queda para ser un piloto de Fórmula 1 es obtener la 'superlicencia', algo que a su juicio no es un problema: «Para eso no hay problema. Hay que hacer un número de kilómetros, y después de haber corrido en campeonatos por Europa y el Mundo en la GP2 no habrá problema».
Al describir a su equipo, con el que ha podido convivir durante los dos últimos grandes premios para familiarizarse con su forma de trabajar, Rodríguez dijo: «Veo un equipo muy profesional y con muchas ganas de tirar para arriba, de pasar de estar de detrás a situarse por lo menos en el medio de las clasificaciones. Todos están muy motivados y han fichado gente buena y con palmarés para lograrlo».
Roldán no tuvo empacho en reconocer que una de las cosas que más le ha llamado la atención es que en Spyker «se habla poco y se hace mucho. La gente va a cumplir su trabajo». En Minardi, como escudería italiana que es, hay un ambiente más familiar.
El piloto también valoró su presencia en los dos últimos grandes premios como «muy útil para ver cómo funciona esto. Nunca he estado en un equipo de F 1 y estar aquí ayuda para ver cómo se trabaja por dentro. Es muy especial. Esto es como una multinacional, en la que cada uno tiene su departamento. Trabajan mucho y hablan poco. Todo lo que pueda conocer antes de subirte al coche, mejor», dijo.
El español ya tuvo en un par de ocasiones la oportunidad de pilotar un Spyker, la última esta misma semana en Silverstone (Reino Unido): «La diferencia principal de un Fórmula 1 está en el comportamiento del coche, además de que corre mucho más, frena más y todo lo hace mejor».
«Es un coche con el que se puede rodar muy rápido sin muchas complicaciones. Sacar décimas ya es más difícil. Son coches hechos para ir muy rápido durante dos o tres horas y se nota un montón», señaló a Efe Rodríguez.
El año que viene Roldán Rodríguez será, junto a Fernando Alonso, doble campeón mundial, el segundo español en la parrilla del Mundial de Fórmula Uno: «Me gustaría que, empezando por mi ciudad y mi comunidad autónoma, se genere a partir de ahora un interés por mí y que luego el resto de España se emocione por las carreras».
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